Esta es la huella de carbono de un coche eléctrico
La huella de carbono es un indicador que mide las emisiones de gases de efecto invernadero, y en los coches eléctricos es tan pequeña que ayuda a proteger el medio ambiente, lo que resulta en uno de los mayores beneficios respecto a los motores de combustión. Y es que la huella de los coches eléctricos es un 50-80% menor que los coches de gasolina. Además, el propietario de un eléctrico puede mejorar esta cifra si carga su coche con energía verde.
Todo esto hace que la movilidad eléctrica ofrezca una importante contribución a la protección de nuestro planeta, y esto es de lo que vamos a hablar en este artículo.
¿Cuál es la huella de carbono de la fabricación y la conducción del coche eléctrico?
Estimar la huella de fabricación supone un trabajo complejo, ya que hablamos tanto de la obtención de la materia prima como de su extracción, transporte, construcción y el uso de otros materiales. En este sentido, son varias consideraciones a tener en cuenta. En el caso de los coches eléctricos, se tiene como ejemplo la construcción del motor e inversor, que produce unas emisiones de aproximadamente 641 a 1.070kg de CO2. Por otro lado, las baterías de iones de litio emiten aproximadamente unos 177kg de CO2 por cada kWh.
Para saber la huella de la conducción del coche eléctrico se pone como ejemplo el consumo de unos 17kWh por cada 100km de recorrido del coche. Teniendo en cuenta las estadísticas de la Red Eléctrica de España y las Agencias Estatales, se puede estimar que realizando unos 195.000km de recorrido, el CO2 liberado es de unos 8.785kg aproximadamente.
Sin embargo, la buena noticia es que, si observamos toda la vida útil de un coche eléctrico, este sigue teniendo una mejor calidad de gases de efecto invernadero que los coches de gasolina. Así lo demuestran los estudios recientes sobre movilidad eléctrica, incluido uno realizado por la Universidad Tecnológica de Eindhoven en 2020. El estudio compara las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de la vida de los eléctricos y los coches con motores de gasolina o diésel, y confirma que los primeros tienen un gran potencial para resolver el problema de las emisiones de CO2.
Un estudio del IFEU (Instituto de Investigación Energética y Medioambiental de Heidelberg) titulado "Huella de carbono de los coches eléctricos", realizado por encargo de la consultora de transporte Agora Verkehrswende, llegó a un resultado similar. Su conclusión es que "en todos los casos examinados, los coches eléctricos tienen un menor impacto climático durante su vida útil que los de combustión interna".
Lo que significa la huella de carbono de un coche
La huella de carbono de un coche comienza antes de que el nuevo dueño realice su primer viaje, pero los beneficios de los eléctricos se evidencian cuando se encuentran en uso. Como son totalmente eléctricos, no emiten gases de escape cuando se conducen y la huella de carbono es menor en comparación a los coches de gasolina o diésel.
Además, los coches eléctricos también son significativamente más eficientes desde el punto de vista energético, comparados con un diésel, pues los primeros pueden viajar tres o cuatro veces más lejos con la misma cantidad de energía. Esto significa que, a pesar de contaminar menos, tienen mayor eficiencia.
¿Contaminan menos los coches eléctricos o los de combustión?
Un coche eléctrico nuevo en 2025 generará un 32% menos de emisiones de CO2 durante su vida útil que un coche diésel moderno. Y esta cifra supera el 40% cuando se comparan los coches eléctricos con los de gasolina. Esto está respaldado por cálculos realizados por la Agencia Federal de Medio Ambiente y publicados en 2019. Teniendo en cuenta estos datos, los coches eléctricos contaminan menos en comparación con los de combustión.
Las emisiones de CO2 de los coches eléctricos
Las emisiones de CO2 de un coche eléctrico dependen esencialmente de la combinación de electricidad utilizada por el mismo coche. Es mejor que la electricidad provenga de fuentes de energía renovable, y esto también se aplica a la estación de carga del domicilio, que utiliza la misma combinación de energía que tus electrodomésticos.
Por lo tanto, si un eléctrico se carga con electricidad verde, no solo es libre de emisiones a la hora de conducir, sino que también genera significativamente menos emisiones durante su fase de carga.
Así, si compras electricidad verde para usarla en tu casa o la produces tú mismo con un sistema fotovoltaico, estarás ayudando activamente a tu eléctrico o híbrido enchufable a obtener una ventaja adicional frente a los coches propulsados por gasóleo, gasolina o incluso combustibles sintéticos: el respeto al planeta.
Así es como se produce la “mochila climática”
Se dice que en un coche eléctrico se crea una “mochila climática” porque, en su ciclo de vida, se generan ciertos niveles de emisiones de CO2. La estimación media de la Universidad de Eindhoven es de 75kg de CO2 por kilovatio hora de potencia. Pero esto no es exclusivo de los eléctricos. Los motores diésel y gasolina también llevan una pequeña “mochila”, porque en su producción también se encuentran gases de efecto invernadero.
Casi la mitad de las emisiones de carbono de la vida útil de un coche eléctrico se generan en la producción de las baterías, ya sean de iones de litio o baterías de coches con otra química celular. En otras palabras, las baterías son el factor crítico para los gases de efecto invernadero de un coche eléctrico.
Por este motivo, en Volkswagen estamos reduciendo sistemáticamente las emisiones de CO2 en nuestra producción con eficiencia energética y el uso de electricidad verde. El dióxido de carbono, que todavía no se puede evitar en el proceso de producción y suministro, hoy en día se compensa, por ejemplo, con proyectos de protección climática certificados en la selva tropical de Indonesia. Así es como en Volkswagen podemos ofrecer modelos ID. neutrales en carbono para clientes que no quieren una “mochila climática”.
Reciclaje
Es probable que la huella de carbono se produzca en menor cantidad en los coches eléctricos del futuro, especialmente si se tienen en cuenta las cuestiones de reciclaje.
Hoy en día, las baterías de alto voltaje ya se están reciclando para recuperar las materias primas, incluidos el cobalto, el níquel, el cobre y el litio, para que estas puedan producirse de una manera más sostenible.
Por otro lado, la Comisión de la UE ha establecido recientemente criterios de sostenibilidad para la eliminación de las baterías. Estas también se pueden utilizar, por ejemplo, como almacenamiento de energía en el hogar. Aquí también hay mucho potencial para reducir en los próximos años la "mochila climática" de la movilidad eléctrica.
En definitiva, la huella de carbono de la movilidad eléctrica seguirá mejorando a medida que aumente el porcentaje de electricidad generada por fuentes de energías renovables durante la revolución energética. Los coches totalmente eléctricos son los más respetuosos con el planeta, ya que no emiten gases de efecto invernadero que son dañinos para el ambiente. Por lo tanto, a corto plazo, los coches eléctricos ayudan a mejorar la calidad del aire y de la vida en las ciudades.