El Golf siempre ha mantenido un diseño icónico y unos elementos característicos que han ido adaptándose a su tiempo sobre la base del ADN original
En el exterior, los faros delanteros y la parrilla, las llantas, el pilar C y las ópticas traseras; en el interior, los asientos y tapicerías, el pomo de la palanca de cambio y el cuadro de mandos. Y, todo ello, con unos emblemas que también forman parte del imaginario colectivo y de la historia del diseño automovilístico